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sábado, 29 de septiembre de 2012

La sal

Apesar de todos los contras que le han encontrado a este fundamental elemento de la cocina, sigo creyendo que un plato sin sal es nada, no debemos olvidar que la sal es un realzante de sabores ademas es un potente estimulador del apetito,  un adecuado uso de la sal puede llevar a un plato a limites extraordinarios de sabor, es capaz de convertir una preparacion fome en algo increible, solo hay que tener cuidado de no excederse,  por otro lado hay que pensar que todo en exceso es nocivo.  Sin más, tenemos que dejar de preocuparnos por las preocupaciones y disfrutar un poco sin culpas, a mi parecer es mas nociva la culpa que un poquito de sal.
Para incentivar aun más el tema los dejo en compañía de una Oda de Pablo Neruda.


ODA A LA SAL

Esta sal
del salero
yo la vi en los salares.
Sé que
no
van a creerme,
pero
canta,
canta la sal, la piel
de los salares,
canta
con una boca ahogada
por la tierra.
Me estremecí en aquellas
soledades
cuando escuché
la voz
de
la sal
en el desierto.
Cerca de Antofagasta
toda
la pampa salitrosa
suena:
es una voz
quebrada,
un lastimero
canto.

Luego en sus cavidades
la sal gema, montaña
de una luz enterrada,
catedral transparente,
cristal del mar, olvido
de las olas.

Y luego en cada mesa
de ese mundo,
sal,
tu substancia
ágil
espolvoreando
la luz vital
sobre
los alimentos.
Preservadora
de las antiguas
bodegas del navío,
descubridora
fuiste
en el océano,
materia
adelantada
en los desconocidos, entreabiertos
senderos de la espuma.

Polvo del mar, la lengua
de ti recibe un beso
de la noche marina:
el gusto funde en cada
sazonado manjar tu oceanía
y así la mínima,
la minúscula
ola del salero
nos enseña
no sólo su doméstica blancura,
sino el sabor central del infinito.


1956
Pablo Neruda


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