Creo que mi manera de ver la vida es bastante
diferente a la del común de la gente, creo que el hombre proviene y forma parte
de un todo, que es un eslabón entre el cielo y la tierra, una infinita
partícula dentro del cosmos que convive de manera interdependiente con las
otras formas de vida y consigo mismo, creo que es responsable en un cien por
ciento de todo lo que ocurre a su alrededor.
Nacemos por lo general con buen estado de salud y
nosotros mismos somos los responsables de que nuestro estado se deteriore. El
dolor, la enfermedad, la pena y la aflicción son un aviso de que algo no anda
bien, son señales que nos indican que el camino que estamos recorriendo no es
el correcto y que debemos cambiarlo. Las enfermedades son creadas por nosotros
mismos, nosotros somos los que provocamos e introducimos en nuestro organismo
los factores desestabilizantes que las producen, no es muy difícil ver que mientras
el mundo evoluciona y la tecnología avanza,
nuestra calidad de vida empeora y cada vez nos enfermamos más. Antiguamente no necesitábamos
grandes avances tecnológicos para estar bien, por el contrario todos los males
que sufrimos hoy en día han ido gestándose junto con los mismos avances
tecnológicos.
Comer es una de nuestras funciones más básicas, de esta
en gran parte dependen nuestras vida, día a día la salud y el bienestar van determinando
la calidad de vida que tiene una sociedad y además indica el rumbo que este
lleva. Está científicamente demostrado que una buena alimentación mantiene una
buena salud, lamentablemente en el camino nos encontramos con miles de
corrientes diferentes que pretenden demostrarnos el camino perfecto hacia la salvación
y lo hacen etiquetando algunos alimentos como dañinos, prohibiendo su consumo y
por otro lado promueven el consumo de otros sin importar el equilibrio. Para mí,
en todo orden de cosas prohibir no es bueno, creo todo lo que se reprime vuelve
con más fuerza, el solo hecho de saber que uno no puede comer algo causa una
mayor atracción hacia ese mismo alimento. Todos los alimentos que se consuman
deben ser en equilibrio, los excesos siempre son negativos, no creo que el
vegetarianismo puro sea el camino, a mi parecer debemos buscar consumir alimentos
lo más natural posible, evitar los conservantes, fertilizantes, pesticidas,
aditivos, entre otros químicos que nos hacen daño y por otro lado tratar de
consumirlos lo más frescos posibles. Lamentablemente, en la práctica el consumo
de productos orgánicos es un poco caro, por lo que adoptar una dieta cien por
ciento orgánica a mi parecer es poco viable, lo que si podemos hacer es
fomentar la producción orgánica y apoyar a los pequeños productores consumiendo
algunos de sus productos para que así en un futuro crezca la oferta y bajen los
precios.
En primer lugar hay que volver a disfrutar lo que uno está
comiendo, creo que es una práctica que se ha perdido con el tiempo, el correr
todo el día y no priorizar nuestra alimentación es lo que peor nos hace, la alimentación
nos da vida y semejante practica debemos hacerla a conciencia y con amor, creo
que este es un muy buen comienzo para el cambio a una alimentación más
saludable.